lunes, 10 de agosto de 2009

MUJERES DE RAZA

-Por cada mujer fuerte, cansada de aparentar debilidad, hay un hombre débil, cansado de parecer fuerte.

-Por cada mujer cansada de tener que actuar como una tonta, hay un hombre agobiado por tener que aparentar saberlo todo.

-Por cada mujer cansada de ser calificada como "hembra emocional", hay un hombre a quien se le ha negado el derecho a llorar y a ser "delicado".

-Por cada mujer catalogada como poco femenina cuando compite, hay un hombre obligado a competir para que no se dude de su masculinidad.

-Por cada mujer cansada de ser un objeto sexual, hay un hombre preocupado por su potencia sexual.

-Por cada mujer que no ha tenido acceso a un trabajo o a un salario satisfactorio, hay un hombre que debe asumir la responsabilidad económica de otro ser humano.

-Por cada mujer que desconoce los mecanismos del automóvil, hay un hombre que no ha aprendido los secretos del arte de cocinar.

-Por cada mujer que da un paso hacia su propia liberación, hay un hombre que redescubre el camino hacia la libertad.

La Humanidad posee dos alas: una es la de la mujer, otra el hombre.

Hasta que las dos alas no estén igualmente desarrolladas LA HUMANIDAD NO PODRÁ VOLAR

NECESITAMOS UNA NUEVA HUMANIDAD

NECESITAMOS VOLAR

viernes, 7 de agosto de 2009

EL SUPERHÉROE DE LAS ESTACIONES

(Alejandro Sanz, qué grande!!)

Cuando me pidieron que escribiera sobre el verano casi caigo en la tentación de contar el verano del seiscientos relleno como un pavo hasta el techo. El verano del calor asfixiante, de las aglomeraciones y los conglomerados, de las suegras y de los cuñados, de los tintos, de los niños y de todos los santos marinos; el verano de las cañas en aquellos chiringuitos pringosos de canciones estivales, de manteles a cuadritos, de pelotitas y de chanclas... de los castillitos y venga niños.

Casi lo cuento así... casi caigo en ese vicio tan nuestro de amar y no confesarlo, de rechazar lo irrechazable, de negar que en realidad el verano es la tierra prometida... el oasis.
Por poco lo cuento así.

Pero entonces me acordé de lo que el verano es en verdad. Lo había olvidado de tanto cambiar de lugar y estación, de estación y lugar. Puede ser que el verano, como dicen por ahí, sea un estado de ánimo pero no puedo ser emocionalmente tan escueto como uno de los eventos más democráticos que existen. Porque el verano es igual para todo el mundo, no importa donde estés ni quién seas, no importa si te quedas en el mítico "Madrid vacío de agosto", o si vas en un lujoso yate costeando el Meditérráneo; si tienes un bungalow en Alicante o incluso si pasas el verano trabajando; si eres feriante o feriado, dictador o dictado; el verano cae sobre tí y te veraniza, te ralentiza y te homogeiniza... y te poetiza, si hay suerte...
Porque hay mucho de poético en el verano, hay mucho verso en él.

El verano es la inmortalidad del espíritu de la libertad, es el guardián de nuestros mejores sueños y deseos... y recuerdos, es el cómplice de nuestros mejores planes y secretos, es el compañero fiel de la oportunidad y el copiloto del descanso. El verano es como el superhéroe de las estaciones, que viene a rescatarnos de la rutina que a esas alturas del año ya se nos antoja un monstruo.

Bendito verano, que no me entere yo que te maltratan, que alguien te desprecia, te critica y te resume, que alguien te tipifica, te simplifica, te convierte en primavera o simplemente te ignora y te llama "tita". Que no me entere yo que alguien pretende pasarte por encima y atropellarte o que pretende pasar de puntillas...

El verano es para hundirse en él, para bebértelo, para flotar con su esencia, es para ahogarse de calor en sus días y morirte de gusto bajo las estrellas... No sé si me explico.. El verano no es complemento, el verano es el verbo.

Abandónese a su verano, a su sueño más codiciado, a su impulso más inesperado y por si se me olvidara decírselo cuando llegue el invierno, se lo digo ya. Este verano ha sido maravilloso, a pesar de la crisis, de todas las crisis, el verano nunca me defrauda.

Bonito bañador señora...